En un foro en Internet, hace muchos años, dominado por testigos de Yehova y fundamentalistas católicos entrenándose con los primeros en apasionadas batallas apologéticas me encontré (asombroso) con un buen tipo, un matemático que repetía incesantemente: Si una fé religiosa es cierta ¿por que las otras no?; si todas son igualmente probables a pesar de su increíble variedad entonces lo mas seguro es que sean falsas.
Yo solía responderle que las religiones eran sistemas operativos, interfaces de contacto con una realidad sagrada tan ininteligible para nosotros como las lineas de código binario de nuestras computadoras y mas o menos útiles o afortunadas a tenor de las circunstancias o nuestras necesidades. Ahora no estoy tan seguro y esa proposición ronda mi mente una y otra vez.
Dios, si existe no es nada que podamos concebir... O tal vez es solo un subproducto de nuestra organización neuronal, buscando armonías en el conjunto de la realidad.
Es cosa de morir y averiguarlo.
Es cosa de morir y averiguarlo.