viernes, 20 de noviembre de 2009

Todo sigue igual...


Económicamente y profesionalmente un buen año. Ya sueño con cambiar de casa, un coche nuevo y otras cosas; solo es cosa de ahorrar y esperar.

Mis hijos crecen bien y mi esposa me ama.

La semana próxima cumplo 44a y Dios no está....O la menos no puedo verlo.

Y sufro por ello. Simplemente no puedo creer.

Todo me parecen estupideces. Samsara, Nirvana, cielo, infierno. Todo acaba al morir... punto.

El problema es que extraño mi fé, extraño esas dulces certezas que me han acompañado toda mi vida. Hay muchos candidatos a llenarlas: Consumismo, amantes, diversas formas de gratificación sensorial... Sucedáneos

¿Pero y si Dios es solo otro más?

sábado, 11 de abril de 2009

Sàbado Santo


Hay que olvidarse de palabras como Dios y muerte, sufrimiento y eternidad: Ser de nuevo sencillo y sin palabras como un grano que crece o la lluvia que cae. Solo hay que ser.
Etty Hillesum (Diario 7/07/1942)

domingo, 29 de marzo de 2009

El Demonio Meridiano


Luego de morir mi abuela me he alejado de todas las cosas espirituales. No es algo inusual. Realmente pasa una y otra vez.

A ratos todo esto me parece una enorme mentira. ¿Jesús? ¿la vida eterna? ¿Dios? ¿solo un engaño, una irregularidad de mi sistema nervioso central que he elevado al nivel de realidad externa? Si, otros muchos andan (y han andado) en las mismas pero ¿eso lo hace real?

Mi pequeño retrete de oración está presidido por una imagen de la Virgen del Carmen que heredé de mi abuelo. Ilustra el privilegio sabatino una leyenda piadosa que dice que la Virgen del Carmen sacará sin falta a todos sus devotos del purgatorio el sábado siguiente a su deceso para llevarlos al cielo. El escapulario es una especie de salvoconducto entonces, un ticket VIP para la gloria eterna. Es curiosos que las imágenes actuales de la Virgen del Carmen omitan esa estampa del fuego eterno y la gente esperando su pase al cielo. Supongo que ya no es muy popular.

Ahora no sé si pedir fé o simplemente abandonarla. También sé que volveré a sentarme y decir con el salmista Señor abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

No puedo irme, aunque quiera.

domingo, 25 de enero de 2009

Mi Abuela está muerta..


Pasó hace una semana; había salido de la clínica, si bien seguía algo delicada. Una mañana, luego de arreglarse dijo: Pasenme mi anillo, que me voy con mi esposo... y expiró.

La sensación de tristeza y pérdida son las habituales, relacionadas mas que todo con los lazos de afecto que caen al vacío luego de que la persona hacia la cual estaban dirigidos desaparece. No hay queja posible: 91a son más que suficientes y su vida, aunque llena de privaciones y muy dura a ratos acabó muy bien en el país que la acogió luego de huir de una España tan desesperadamente pobre que creo que pocos españoles de ahora la creen posible.

Claro que siempre una muerte de alguien querido prefigura la propia. Moriré sin duda y no importa si iré a algún lugar después o solo se perderá la información almacenada en mis sinapsis luego de su degradación definitiva; lo que queda es lo que haces.

Llámalo karma o legado, es lo que haces en la vida lo que queda. La impronta en los cercanos a ti, los objetos relacionados con tu persona, tu marca personal en la historia grande o pequeña.

Desde luego eso no es importante para ti, si estas muerto. Pero debe ser consolador, conforme la hora se acerca.

Espero una buena muerte, y que mi vida valga la pena.