jueves, 18 de septiembre de 2008

La Era esta pariendo un corazón...




Así decía la canción de Silvio Rodriguez en mis tiempos de universidad. No importaba que supiéramos del gulag, la Stasi y las barbaries varias de la Cuba de Fidel la palabra revolución aún sonaba bonita y socialismo parecía una meta razonable si los jóvenes teníamos el tino de limpiarlo de sus aberraciones.

Luego llegó el fin de la URSS. Para el comunista de corazón era el fin de todo. Recuerdo a un amigo del alma quemando todos sus panfletos de Bandera Roja en el patio de la residencia estudiantil. La obras completas de Marx o Mao que ocupaban un lugar de honor en las bibliotecas (aunque rara vez fuesen leidas) pasaron a languidecer en los stands de libros usados.

Luego el golpe del 92 y la posibilidad (para ellos)

Súbitamente un mesías, un hombre providencial que a caballo del lumpenproletariado llegaba para hacer lo impensable: Gobernar en nombre de las mayorías y para ellas, trastornar el esquema explotador del capitalismo periférico en que habíamos vivido siempre.

Han pasado 10a y no sé Uds. pero para mi estamos en las mismas. Cabalgando sobre las hordas de hambrientos que alzaron a Boves en 1812, a Paez en 1833, a Falcón y Guzman en 1862, al Cabito al principio del siglo XX y a los Adecos el 47 Chavez hizo lo mismo que todos ellos: Masacrar a la antigua clase dominante, crear una nueva y sentarse a gozar de las riquezas del país mientras lanza algo de dinero hacia abajo para mantener su base de poder.

Existe un fuerte componente religioso en todo esto, de esperanza. Por razones que no alcanzo a comprender el Venezolano cree desde siempre que el dinero esta allá arriba y que si empuja a uno de los suyos hasta allá él se lo bajará hasta su alcance.

La Era no pario desde luego nada bueno. ¿Cuando dejaremos de soñar?

¿Cuando?

No hay comentarios: